Ensayo Narrativo

Bº Suárez: Un día en la vida


  Eran las dos de la tarde cuando llegamos a Godoy Cruz. Abrí la puerta del coche y salí a la tierra. La calle olía a basura, como consecuencia del patio de trastos cerca de la entrada del campo. Cuando salí del coche, estaba enfrente de una choza de piedras y barro. Liliana estaba en la puerta, había hecho de una sábana verde. Tenía pelo rubio y vestía vaqueros sucios. Ella nos invitó al dentro de su casa en el campo, Bº Suarez.

  Este evento ocurrió mientras estudiábamos en Mendoza, Argentina. Estaba con mis mejores amigas, Mary y Kelley, e investigábamos el sistema de salud en los barrios más pobres en las afueras de la ciudad. Mientras el sistema de salud funciona bastante bien para los de las clases socioeconómicas medias y medias-altas, no funciona bien para los que viven en la pobreza. Como resultado de la pobreza, estas mendocinas no tienen los recursos básicos como agua limpia o trabajos sostenibles. Para sobrevivir, las personas que viven aquí cuentan con trabajo ilegal, métodos criminales. Reciban pocos recursos o servicios del gobierno mendocino. Es una vida muy difícil y agotadora.

  Mary, Kelley, y yo queríamos observar e investigar la situación en estos barrios para comprender los problemas más complicados con el sistema de salud en la región. Para esa experiencia, contamos con Liliana. Ella era una agente sanitaria, una persona que es una empleada del gobierno mendocino pero vive en las mismas condiciones que todo el resto de la población pobre en las afueras de la ciudad. En otras palabras, Liliana es una de las pobres que crecían en Bº Suarez. Ella es como un puente entre la ciudad de Mendoza y la población pobre. Ella es como una madre para las personas que viven en su barrio. Su trabajo incluye ayudar a todas las personas en veintidós barrios en Godoy Cruz. Me sentía agradecido a saludarle y pasar tiempo en su vida…

  Nos sentábamos en un círculo a la mesa en su cocina. El departamento, que tenía dos cuartos, olía a yerba. Mientras pasábamos el mate, discutíamos la vida de Liliana: su niñez en la pobreza, su trabajo ahora, su experiencia con el sistema de salud. La experiencia fue algo que nunca puedo olvidar. Al principio de la conversación, estaba frustrada porque no podía entender nada. También, era difícil eliminar los barrios invisibles entre nosotros, tres chicas americanas que no sabemos casi nada sobre Mendoza, y Liliana, una indígena de esta área, que ha vivido en el campo por más de veinticinco años. Pero después de poco tiempo, nos sentíamos más cómodos y podíamos preguntarle a Liliana. Cuando ella explicaba el sistema de salud para la pobreza, mis ojos se movían rápidamente sobre el departamento. En un cuarto oí a la hija de Liliana, que tenía no más de dieciséis años. A sus pies era un bebé. El bebé se arrastraba por el piso, que había hecho de tierra sucia. La cocina era muy pequeña y en todo el departamento, de estos dos cuartos, vivían seis personas.

  Mi experiencia en Bº Suárez fue inolvidable. Las imágenes de Liliana y su barrio ya se quedaron en mi cabeza. Fue esta experiencia lo que inició mi interés en el tema de salud.